martes, 18 de agosto de 2009

Lempira y la crisis de Honduras

Por Juan Ramon Jimenez de Leon
Academico de la UNAM
Premio Nacional de Periodismo 2003
Economista con posgrados en USA

Desde 1931 la moneda de Honduras es la Lempira, (código ISO 4217: HNL) y se llama así en honor al cacique Lempira del pueblo lenca, un líder amerindio que luchó contra los españoles. Es un héroe nacional, y figura en el billete de 1 lempira (de color rojo) y en la moneda de 50 centavos. Lenca es un grupo étnico mesoamericano que tiene su propio idioma, que ocupó parte del territorio de Honduras y El Salvador desde tiempos precolombinos. El sitio arqueológico salvadoreño de Quelepa (que fue habitado desde el período preclásico hasta inicios del posclásico temprano es considerado como un sitio que fue habitado y gobernado por los lencas. Para principios del siglo XVI cada dialecto tenía su propia confederación dividido cada uno en varios señoríos constituidos a la vez por varios pueblos. Cada pueblo era gobernado por un señor principal que era asistido por cuatro tenientes que lo ayudaban en las tareas del gobierno y era sucedido por su primogénito. La guerra era común entre los diferentes señoríos y también con poblaciones hablantes de otro idioma (como los pipiles, mayas, etc.) y su objetivo era ampliar el territorio o capturar esclavos; en ciertos períodos del año hacían treguas los diferentes señoríos lencas (estas treguas son recordadas por los lencas con la ceremonia del Guanasco, los lencas plebeyos se dedicaban a las milpas y vivían en chozas como los indios mexicanos. En tiempos de la conquista española solamente tres lencas son nombrados en los documentos de esa época: Mota, Entepica y Lémpira. Mota lidero a los caciques lencas que defendieron de los españoles el Cabo Gracias a Dios, también llamdo Lempira; Entepica fue cacique de Piraera y Señor de Cerquín; Lempira organizo una guerra de resistencia que duró cerca de doce años y que terminó con su muerte en 1537. Hoy es una lengua extinta, pero el pueblo Lenca de Honduras cuenta con más de 100.000 personas, y la de El Salvador con más de 37.000 personas. La alfarería Lenca de Honduras se vende en los Estados Unidos y Europa para decoración domestica. En ambos países están tratando de mantener su cultura. Su filiación con otros idiomas está en disputa entre los lingüistas. Según Campbell, la lengua Lenca está aún sin clasificar. Según el lingüista costarricense Adolfo Costenla Umaña, es un idioma con raíces del chibchano, pero con mucha influencia del Náhuatl, y de las lenguas mayas como Yucateco y Chol. La parte occidental de Honduras era parte del mundo maya. En particular, las ruinas de Copan, cerca de la frontera con Guatemala, son muy impresionantes. La mayor parte de Honduras fue poblada por gente civilizada no maya. Es difícil saber quiénes fueron porque sus idiomas no fueron preservados en escritura como los Mayas pero deberían incluir a los antecedentes de los Lencas, los Torupanes, los Toqueguas, los Miskitos, los Payas, los Sumos, los Matagalpeños, y otros conocidos desde la temporada de la conquista española. Mientras tanto en 1862, la Gran Bretaña colonizaba lo que hoy es Belice. En el Porfiriato, se decidió apoyar a una empresa de EUA, Stamford, para detener el avance británico en el Sureste mexicano. Los británicos permanecieron en esa zona hasta 1964. Pero la estrategia mexicana era equivocada pues los americanos avanzaron muy pronto en la Península de Yucatán (hoy Campeche, Yucatán y Quintana Roo), poco a poco el Golfo de México se convertía en un Mare Nostrum de Estados Unidos. En 1886, Porfirio Díaz llegaba a un arreglo con la Gran Bretaña sobre límites y aguas. Honduras Británica fue el antiguo nombre de una colonia británica establecida en Centroamérica, al sudeste de México y que actualmente constituye la nación de Belice. Los primeros colonizadores llegaron en 1638, y fue disputado por los británicos y españoles, fue una colonia de la Corona entre 1871 y 1964, cuando obtuvo un autogobierno. El nombre del territorio cambió a Belice en 1973. Mientras en esos años de la Guerra Fría nacía en 1963 El Consejo Centroamericano de Defensa (Condeca), para contener el avance de Cuba en Centroamérica. Hoy Honduras esta en una encrucijada debido a la crisis que inicia en la propuesta para admitir a Cuba en el seno de la Organización de Países Americanos (OEA), entonces las fuerzas de ultra-derecha militarista dentro del Gobierno de Estados Unidos, contrarios a la línea de Obama, manejaron el golpe de estado contra Zelaya, inspirados por Dimitri Negroponte una fuerza fáctica real en Honduras en donde fue Embajador en la era Reagan-Bush, 1981-1985 y fue el gran operador de la llamada Irán-Contra, es decir el encargado de movilizar armas de Irán por droga de Colombia, para armar a los contras nicaragüenses, para ello utilizaron la base militar de Palmarola, que es el quid de la cuestión actual, Zelaya tuvo la ocurrencia de nacionalizar dicha base porque el aeropuerto de Tegucigalpa ya esta obsoleto y es un obstáculo para las operaciones de aviones grandes, la gente de Honduras tiene siempre que transbordar en San Salvador o en Costa Rica cuando quiere salir o entrar a su país, por ello es necesario tener el control de la base administrada por Estados Unidos, pero, lo que no sabia Zelaya es que en esa base se siguen manejando narcóticos como en la era Reagan, y mas ahora que Obama trata de regular los movimientos inmensos de heroína de Afganistán, entonces nos encontramos temas de aeropuertos, de drogas y armas, de base militar americana en suelo hondureño, del tema de Cuba, de Venezuela, de geopolítica y de un posible contra-golpe contra Obama viniendo de los bushianos y straussianos que no digieren al mulato de Hawai, al que ahora acusan de haber nacido en Kenia y por lo tanto seria súbdito de la pérfida Albion. Finalmente veamos a counterpunch.




miércoles 22 de julio de 2009
EL GOLPE Y LA BASE AÉREA ESTADOUNIDENSE EN HONDURAS
Zelaya, Negroponte y la Controversia en Soto Cano


Por: Nicolás Kozloff (Tomado del Sitio Counterpunch.org)
Julio 22, 2009.
Los más importantes medios de comunicación, otra vez, dejaron caer la pelota en el aspecto clave de la historia que se está desarrollando en Honduras: la base aérea Estadounidense en Soto Cano, conocida también como Palmerola. Antes del reciente golpe militar, el Presidente Zelaya declaró que él convertiría la base en aeropuerto civil, una acción a la que se opuso el ex embajador Estadounidense. Además Zelaya trataba de llevar a cabo su proyecto con financiamiento Venezolano.Durante años antes del golpe, las autoridades Hondureñas habían discutido la posibilidad de convertir a Palmerola en instalaciones civiles. A los funcionarios les preocupaba que Toncontín, el aeropuerto internacional de Tegucigalpa, fuese demasiado pequeño e incapaz de dar servicio a aeronaves comerciales grandes. Una facilidad envejecida que data desde 1948, Toncontín tiene una pista corta y un equipo primitivo. Esa instalación está rodeada por colinas que lo convierte en uno de los aeropuertos internacionales más peligrosos del mundo.En contraste, Palmerola tiene la mejor pista del país con 8,550 pies de largo y 165 pies de ancho. El aeropuerto se construyó más recientemente a mediados de la década de los 1980s a un costo reportado de $ 30 millones y fue usado por los Estados Unidos para abastecer a los Contras durante la guerra por poder Estadounidense contra los Sandinistas en Nicaragua al igual que realizaba operaciones de contra-insurgencia en El Salvador. Al clímax de la guerra Contras los Estados Unidos tenían más de 5,000 soldados estacionados en Palmerola. Conocida como “el portaaviones insumergible” de los Contras, la base albergaba a los Boinas Verdes así como a agentes de la CIA aconsejando a los rebeldes Nicaragüenses.Más recientemente, ha habido unas 500 a 600 tropas Estadounidenses a la mano en las instalaciones que sirven como base aérea Hondureña así como centro de entrenamiento de vuelo. Con la salida de las bases Estadounidenses de Panamá en 1999, Palmerola se convirtió en uno de los pocos campos aéreos útiles para los Estados Unidos en suelo Latinoamericano. La base se encuentra aproximadamente a 30 millas al norte de la capital Tegucigalpa.
En 2006, parecía que Zelaya y la administración Bush se acercaban a un trato sobre el status futuro de Palmerola. En junio de ese año, Zelaya voló a Washington a reunirse con el Presidente Bush y el Hondureño solicitó que Palmerola fuese convertido en aeropuerto comercial. Se dice que Bush dijo que la idea era “totalmente razonable” y Zelaya declaró que se construiría una autopista de cuatro carriles desde Tegucigalpa hasta Palmerola con fondos Estadounidenses.A cambio de la ayuda de la Casa Blanca para las instalaciones de Palmerola, Zelaya ofreció a los Estados Unidos el acceso a unas nuevas instalaciones militares que se ubicarían en el área de Mosquitia a lo largo de la costa Hondureña cerca de la frontera con Nicaragua. Se dice que Mosquitia servía como corredor para el movimiento de drogas del sur hacia el norte. Los carteles de la droga pasan por Mosquitia con su cargo en ruta desde Colombia, Perú y Bolivia.Un área remotamente accesible por aire, mar y río, Mosquita está lleno de pantanos y selva. La región es ideal para los Estados Unidos ya que grandes cantidades de tropas pueden ser albergadas en la relativa oscuridad de Mosquitia. La ubicación costera era la ideal para la cobertura naval y aérea consistente con la estrategia militar Estadounidense señalada para confrontar al crimen organizado, el tráfico de drogas y el terrorismo. Romeo Vázquez, jefe de la Junta del Estado Mayor Hondureño, remarcó que las fuerzas armadas necesitaban ejercer una mayor presencia en Mosquitia porque el área estaba llena de “conflictos y problemas”.Pero ¿Qué tipo de acceso tendrían los Estados Unidos a Mosquitia? El Secretario de la Defensa de Honduras, Arístides Mejía dijo que Mosquitia no sería necesariamente una “base clásica con instalaciones permanentes, sino sólo cuando se necesitasen. Tratamos, si el Presidente Zelaya lo aprueba, de extender las operaciones conjuntas (con los Estados Unidos)”. Esa declaración, sin embargo, no fue, aparentemente, del gusto del, a la larga, líder del golpe y egresado de la Escuela de las Américas Vázquez que ya había viajado a Washington a discutir los planes futuros para Mosquitia. Contradiciendo a su propio colega, Vázquez dijo que la idea era “establecer una base militar permanente nuestra en la zona” que albergaría aeronaves y sistemas de abastecimiento de combustible. Los Estados Unidos, agregó Vázquez, ayudarían a construir pistas rudimentarias en el lugar.Los acontecimientos en tierra, mientras tanto, pronto obligarían a los Hondureños a tomar un enfoque más agresivo hacia la seguridad aérea. En mayo de 2008, un terrible accidente ocurrió en el aeropuerto de Toncontín cuando un Airbus A320 de TACA se salió de la pista en su segundo intento de aterrizaje. Después de derribar árboles y estrellarse contra una cerca de metal, el fuselaje de la aeronave se rompió en tres partes cerca de la pista. Tres personas resultaron muertas en el accidente y 65 resultaron heridas.Al principio de la tragedia los funcionarios Hondureños se vieron obligados, por fin, a bloquear el aterrizaje de los aviones en el notoriamente peligroso Toncontín. Todos los jets grandes, dijeron los funcionarios, serían transferidos temporalmente hacia Palmerola. Al visitar la base aérea, el mismo Zelaya hizo la observación de que las autoridades crearían una nueva instalación civil en Palmerola en un término de sesenta días. Bush ya había convenido en permitir que Honduras construyese un aeropuerto civil en Palmerola, dijo Zelaya. “Hay testigos” agregó el Presidente.Pero construir un nuevo aeropuerto se había convertido políticamente complicado. Las relaciones Hondureñas-Estadounidenses se habían deteriorado considerablemente desde la reunión de Zelaya en 2006 con Bush y Zelaya había comenzado a cultivar lazos con Venezuela mientras que simultáneamente criticaba la guerra contra el narcotráfico que encabezaban los Estados Unidos.El embajador Estadounidense de Bush, Charles Ford, dijo que mientras que diera la bienvenida al tráfico en Palmerola, los pasados acuerdos debían de respetarse. La base se usó más que nada para aviones de vigilancia del narcotráfico y Ford hizo la observación de que “El presidente puede ordenar el uso de Palmerola cuando quiera, pero deben seguirse ciertos acuerdos y protocolos”. “Es importante señalar que Toncontín está certificado por la Organización de Aviación Civil”, agregó Ford, esperando apaciguar las preocupaciones de hacía tempo sobre la seguridad del aeropuerto. Lo que es más, el diplomático declaró que había algunas aerolíneas que no verían a Palmerola como un destino “atractivo” para el aterrizaje. Ford no elaboraría o explicaría lo que sus observaciones significaban.Echando leña al fuego, el Secretario de Estado Asistente, John Negroponte, ex embajador Estadounidense en Honduras, dijo que Honduras no podía transformar a Palmerola en aeropuerto civil “de un día para otro”. En Tegucigalpa, Negroponte se reunió con Zelaya para discutir sobre Palmerola. Hablando más tarde en la radio Hondureña, el diplomático Estadounidense dijo que antes de que Zelaya se embarcase en sus planes para Palmerola, el aeropuerto tendría que recibir la certificación internacional para nuevos vuelos. Según la agencia noticiosa Española EFE, Negroponte también aprovechó su viaje a Tegucigalpa para sentarse y reunirse con el Presidente del Parlamento Hondureño y futuro líder del golpe Roberto Micheletti (sin embargo, las reseñas noticiosas no dieron cuenta de qué fue de lo que hablaron).No es necesario decir que la visita de Negroponte a Honduras fue ampliamente repudiada por los activistas progresistas y de derechos humanos que etiquetaron a Negroponte de “asesino” y lo acusaron de ser responsable de las desapariciones forzadas durante su desempeño como embajador (1981-1985). Más aún, la actitud condescendiente de Ford y Negroponte irritó a la labor organizada, grupos indígenas y campesinos que exigían que Honduras reclamase su soberanía nacional sobre Palmerola. “Es necesario recuperar Palmerola porque es inaceptable que la mejor pista aérea en América Central continúe en manos del ejército Estadounidense” dijo Carlos Reyes, líder del Bloque Popular que incluía a varias organizaciones políticamente progresistas. “La Guerra Fría ya terminó y ya no hay pretextos para continuar con la presencia militar en la región”, agregó. El activista remarcó que el gobierno no debería contemplar intercambiar Mosquitia por Palmerola tampoco pues esto sería una afrenta al orgullo Hondureño.Durante el año siguiente Zelaya buscó convertir Palmerola en aeropuerto civil pero los planes languidecían cuando el gobierno fue incapaz de atraer inversionistas internacionales. Finalmente, en 2009, Zelaya anunció que las fuerzas armadas Hondureñas emprenderían la construcción. Para pagar el nuevo proyecto el Presidente dependería de fondos provenientes del ALBA y Petrocaribe, dos convenios comerciales recíprocos presentados por el líder Venezolano Hugo Chávez. Era de predecir que la derecha Hondureña saltaría sobre Zelaya por utilizar fondos Venezolanos. Amílcar Bulnes, Presidente de la Asociación Hondureña de Negocios (conocida como COHEP) dijo que los fondos de Petrocaribe no se usarían para el aeropuerto sino más bien para otras necesidades no especificadas.Un par de semanas después de que Zelaya anunciara que las fuerzas armadas procederían con la construcción en Palmerola, el ejército se rebeló. Encabezado por Romeo Vázquez, el ejército derrocó a Zelaya y lo deportó del país. La víspera del golpe los activistas de paz de los Estados Unidos visitaron Palmerola y se sorprendieron al encontrarse con que la base estaba ocupada y volaban helicópteros por todo alrededor. Cuando los activistas les preguntaron a los funcionarios Estadounidenses si algo había cambiado en términos de la relación EE.UU-Honduras, se les dijo “No, nada”.La élite Hondureña y el sistema de extrema derecha de la política exterior Estadounidense tenían muchas razones para menospreciar a Manuel Zelaya como lo he comentado en artículos anteriores. La controversia sobre la base aérea de Palmerola, no obstante, ciertamente les dio mas municiones.